¿Quienes eran los esenios?

Los Esenios eran una comunidad espiritual de Palestina que se origino 300 años a.C. Eran junto con los fariseos, saduceos y celotes, una de las «sectas judías» más numerosa, importante y respetada por todos pueblos vecinos.

Imagen by Greg Olsen

Jesús, el Cristo… aprendió varios años en la comunidad Esenia

Aunque han intentado borrarlos de todos sitios, el hallazgo de los Rollos de Escrituras encontrados en el Mar Muerto ofrecen testimonio de sus creencias. Las narraciones de los historiadores contemporáneos informaban sobre unas comunidades que observaban unas reglas particulares. Unas comunidades que tenían unas creencias especiales, con conceptos morales distintos y que interpretaban de manera singular las palabras de las antiguas escrituras. Algunas de las descripciones surgieron por interpretaciones erróneas y por las envidias que provocaban esas gentes ya que, debido a sus facultades especiales estaban capacitados para sanar y tenían capacidades mediúmnicas. De ello se puede deducir que las enseñanzas de Jesús y las de los cristianos originales nada tenían que ver con las enseñanzas habituales.

Fueron los Esenios quienes prepararon el terreno espiritual para la llegada del Mesías y quienes bajo la guía y dirección de los Ángeles pusieron su sabiduría secreta al servicio de la humanidad. Eran conocidos por llegar a una avanzada edad, por su vigor, por su fuerza y su salud. El contacto constante con los Ángeles les permitía realizar actos extraordinarios, como por ejemplo la sanación espiritual o trabajar conjunta e intensamente con animales y plantas. Fueron los verdaderos precursores del cristianismo y vivieron tanto en Israel como en otros países. Sus “hermanos egipcios”, por ejemplo, eran conocidos bajo el nombre de “terapeutas”.

Vivían en pueblos formando comunidades (de hombres, mujeres y niños) y sus centros de formación gozaban de gran reputación. El centro de formación más famoso se encontraba en el monte Carmelo y bajo ese nombre era conocido. En el Carmelo, fue donde Jesús realizó su formación como maestro Esenio y también allí es donde, durante un tiempo, estuvo enseñando antes de recibir el bautismo a manos de Juan el Bautista. Los Esenios brindaban todo su amor, toda su fuerza al prójimo. Ayudaban a todos aquellos que tenían alguna necesidad y enseñaban a sus semejantes en muchos ámbitos, como por ejemplo, en lo referente a la agricultura, el cultivo de árboles frutales o también la ayuda a los enfermos. Pero también transmitían sus conocimientos sobre las leyes de la naturaleza, la astronomía, la nutrición y las ciencias esotéricas. Las personas enfermas acudían a ellos, obtenían cuidados y recibían sanación mediante remedios con plantas, aceites  y a través de la sanación espiritual.

La vida de los esenios y, por tanto, todos sus actos podían entenderse bajo el siguiente lema:

Ayudar –  Enseñar  –  Sanar

El contacto activo con los Ángeles era uno de los objetivos fundamentales de los esenios, y ellos tenían una manera concreta de conectar con estas energías, al inicio del nuevo día (por la noche) se unían a los ángeles del Padre Celestial y por la mañana a los de la Madre Terrenal, al medio día meditaban en la Septuple PAZ y de esta forma conseguían mantener el equilibrio de sus 3 cuerpos: El pensante, el Sintiente y el Actuante.

Las llamadas comuniones con los Ángeles que realizaban a diario, era la manera que tenían de realizar un tipo de meditación y al mismo tiempo oración contemplativa que les permitía sentir en su propio cuerpo las energías sutiles a los que denominaban ángeles, de hecho fueron los primeros en utilizar el término «angeología» que se refiere al estudio de esas energía y su uso de manera consciente. A su forma de evocar para crear su realidad, mediante la unión de mente, emoción y cuerpo, se le ha llamado literalmente: «La verdadera forma de orar»

A continuación expongo unos de los textos que hablan de un «Maestro Esenio», que era la figura dentro de la comunidad que llegaba a convertirse en una persona capaz de guiar a otros, sin diferencia jerárquica ni superioridad…al revés, desde la más pura humildad y entrega para despertar conciencia en los que querían hacerlo…poniéndose al servicio como un llamado del Alma. El Maestro es figura más representativa dentro de la comunidad esenia, conocido también como «Maestro de Justicia» cuando guiaba al grupo y le daban la postestad de tomar decisiones para la comunidad entera.

Quiero hacer una aclaración para que no se interpreten las palabras de manera errónea, y es que como en otras muchas enseñanzas conscientes de la danza eterna de la energías masculinas y femeninas que crean el Universo: cuando ellos se dirigen a la energía cósmica, aliento de vida le llaman PADRE CELESTIAL, y cuando se refieren a la energía creadora, vientre de la materia le llaman MADRE TERRENAL… y ambas energía son lo mismo y al moverse en el universo se divide en dos polos que se mueven sin cesar creando… ¡todo lo que existe!

UN MAESTRO ESENIO

Un maestro esenio puede ver que el amor del Padre fluye por el Cosmos.

Acepta su misión en la tierra y la lleva a cabo con entrega absoluta.

No es ajeno al mundo, sino que sabe mantener ambos pies en la tierra.

Sabe qué es lo esencial en la vida porque es consciente de su esencia.

No está por encima de las cosas, sino que se mantiene en su justo centro, para así,

poder experimentar y comprender la verdadera relación interior de todos los acontecimientos.

Conoce las tres formas de la creación:

Sabe que la fuerza creadora actúa a través

de nuestros pensamientos,

de nuestras palabras

y de nuestros actos.

Es consciente de que puede crear cosas buenas, e igualmente cosas malas

y que éstas tan solo son buenas o malas a partir de nuestra propia valoración.

Sabe que lo más importante en el universo es el equilibrio, la armonía entre el bien y el mal.

Reconoce que la luz, no puede ser luz sin la sombra,

y que todo tiene y necesita tener su polo opuesto.

Vive en unidad con todas las estructuras vivientes y con todos los seres vivos.

El profundo respeto que siente hacia la llama divina que mora en el interior de cualquier ser vivo

le impide maltratar a las criaturas indefensas y causarles cualquier daño o dolor sin necesidad.

Considera a todos los seres vivos como un templo del Padre Celestial.

La tierra y la naturaleza son para él como una Madre viviente,

la madre asistente que le ampara y sana su cuerpo, su mente y su alma.

Vive su vida siendo consciente de por qué y para qué permanece en la tierra.

Reconoce los principios fundamentales del aprendizaje

y acepta la ley de la compensación entre todos los seres vivos.

Sabe que todo lo negativo y enfermo sólo se origina a partir de la desarmonía.

Ha aprendido a reconocer las distintas vibraciones de la materia y a armonizarlas.

Sus pensamientos no están limitados a su vida actual.

Es capaz de ver el progreso del mundo como un perpetuo presente, en el cual, el tiempo

–pasado, presente y futuro– son uno solo y se mantienen en armonía divina

Vive en constante unión con todo, de modo que nunca se siente solo ni aislado;

y sabe diferenciar lo imperecedero de lo transitorio.

Su alma serena reposa en el regazo del Padre y sabe que éste le guía a través de sus Ángeles.

Para él, la muerte es el primer paso del camino de regreso al hogar,

un nacimiento que le devuelve al Ser original.

Con todo su ser, ofrece el amor del Padre, el cual siempre mora en su interior,

y junto a ese amor emana paciencia, comprensión y bondad con la placidez de los iniciados.

También comparto un video de un gran investigador de misterios de la humanidad hablando y dando claves muy concretas de donde viene toda la información sobre los esenios a partir de las escrituras encontradas en los «Pergaminos del Mar Muerto» en QUMRAM y cómo a partir de ese momento se ha revelado un conocimiento muy importante para la evolución de la humanidad y se han caido muchos de los dogmas en los que se basan algunas religiones que escondieron esa información para que no saliera a la luz.

Abran sus mentes y sobre todos sus corazones, porque el mensaje es bien claro y se completan piezas para seguir formando la VERDAD.

«Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.«

Los esenios a grandes rasgos fueron los «bibliotecarios del saber humano» y hay mucho conocimiento encerrado en los textos que lograron esconder para que llegado el momento pudieran salir a la luz, protegiendolos de los años oscuros de la Humanidad para que no fueran destruidos.

Podríamos estar investigando años y años en todo lo que nos dejaron dentro de su manera de vivir, su filosofía y sus formas de conectar con las energías de la Madre Terrenal y el Padre Celestial, las llamadas «comuniones con los ángeles».

Intentaremos ir compartiendo información sobre este misterioso grupo para llegar a entender y poner en practica en nuestra vida su simplicidad para conseguir lo que ellos llamaban PAZ, que era ni más ni menos que la armonía con el TODO.

Este proyecto nace para llevarnos al encuentro con nosotr@s mism@s y una de las bases del mismo es la enseñanza que nos dejó el Grupo de los ESENIOS.