La interconexión
El plano energético es un plano más sutil (con una vibración más alta) que el plano material. A medida que avanzamos hacía planos “superiores” dentro de la pirámide que representa al Ser Humano vamos subiendo la vibración de los mismos.
En nuestro día a día, estamos expuestos a campos energéticos de todo tipo, sin ni siquiera darnos cuenta: ondas de radio, ondas de alta frecuencia, ondas electromagnéticas, microondas…, como si no funcionan la televisión, radio, móviles, GPS, etc… No somos conscientes del bombardeo que tenemos a nuestro alrededor pero contamos con un “escudo energético natural” que nos protege en gran medida de esas influencias externas que nos resultan negativas.
En este plano se forma lo que se conoce como nuestro Aura o Cuerpo energético. Está creado por 7 generadores principales de energía llamados “chakras” que se sitúan a nivel energético sobre de 7 glándulas importantes de nuestro cuerpo físico: suprarrenales, gónadas, páncreas, timo, tiroides, pineal, hipófisis.
Extraido del libro “Manos que curan” Barbara Ann Brenan
La misión de estos generadores es la de crear un cuerpo energético que es bastante más grande que el físico y que lo envuelve siguiendo su silueta, esto ocurre para que pueda comunicarse y estar en contacto e interactuar energéticamente con otros seres. Mediante este plano y este cuerpo energético, estamos en contacto con todos los seres de la creación, formando lo que se denominan “redes energéticas”. También nos conectan con otras dimensiones y tienen otras funciones, pero para simplificar por ahora basta con que sepamos que crean el Aura y nos mantienen conectados a los demás seres vivos.
Podemos imaginar que cuando nos acercamos a alguien, antes de estar en contacto físico con la otra persona se establece un contacto entre ambos cuerpos energéticos, en el que se recibe y se envía información a nivel sutil y según el grado de sensibilidad que tengamos, seremos capaces de captarla o no. Podemos sentirnos a gusto al estar junto a la otra persona, o sin embargo tener una sensación de incomodidad, si somos muy receptivos podemos incluso llegar a sentir lo que la otra persona siente o su estado de ánimo sin ni siquiera llegar al contacto físico. Nuestros campos energéticos se interconectan de forma profunda cuando establecemos contacto físico con una intención (plano mental) y una emoción (plano emocional) de abrirnos a la otra persona, por ejemplo en un abrazo consciente con alguien por quien sentimos un fuerte vínculo…Pero alcanza su máximo apogeo en la realización del acto sexual, donde los planos físicos, energéticos, mentales y emocionales de ambos seres se abrazan y se interconectan hasta tal punto que llegan a fundirse sintiendo que son UNO, en este momento el tiempo puede llegar a pararse y el exterior perder importancia, estamos en el aquí y el ahora en unión completa con otro Ser.
Los animales utilizan este plano para comunicarse entre ellos y entre otras especies, de hecho la comunicación telepática se realiza por canales creados a nivel energético por los que transitan informaciones entre emisor y receptor, todo se lleva a cabo dentro de este plano. Los bebés nos miran y son capaces de ver los colores que nuestro Aura tiene según el estado de ánimo que tengamos en el momento, porque ellos siguen aún conectados a ese nivel más que al mental o al físico e incluso son capaces de ver a otros seres a nivel energético como ángeles o difuntos que a nosotros la mente ya no nos deja ver.
Es un plano muy importante porque si no sabemos de su existencia podemos dejar entrar o salir informaciones a veces inconscientemente. Por eso al igual que cuidamos el cuerpo físico, debemos cuidar este cuerpo energético limpiándolo de vez en cuando, para que no se ensucie con las relaciones o los ambientes negativos en los que podamos estar inmersos. Para ellos debemos intentar protegernos de la gente tóxica: negativas, agresivas, depresivas, vampiros energéticos… También evitar entornos cargados negativamente o que nos den “mal rollo”, pues todo ello hará que mediante el plano energético, nos descarguemos a nivel vital y por consiguiente nos sintamos cansados físicamente, además de una forma muy rápida y casi sin darnos cuenta.
Hay muchas formas de cuidar la salud de este plano, con limpiezas de Aura (una muy efectiva es una ducha estando consciente de que nos está limpiando también energéticamente), podemos llevar minerales tales como obsidiana o turmalina negra (esta última debe combinarse con un cuarzo ya que no se limpia sola), incluso usar plantas e inciensos que podemos utilizar para limpiarnos: romero, palo santo, ruda… Y a la hora de estar en una situación que sabemos que nos puede afectar, la recomendación es imaginarnos rodeados y envueltos completamente de luz blanca o dorada, que nos protege de las posibles agresiones externas.