La séptuple Paz Esenia

Dentro de las prácticas diarias que la comunidad de los Hijos de la Luz hacía, estaba una meditación contemplativa a mediodía donde reflexionaban sobre distintos aspectos de la vida. A nivel individual cada uno de los componentes integraba en sí mism@ como llegar al equilibrio en 7 facetas. A esta práctica se le denominaba la Séptuple Paz.

En la comunidad de los Esenios, cada persona llevaba a cabo unos ejercicios de índole espiritual llamadas las “Comuniones con los Ángeles”. Estas prácticas se realizaban diariamente por la mañana y por la noche durante los 7 días de la semana. Se dividían en las 7 fuerzas de la mañana de la Madre Terrenal (pertenecientes al mundo visible) y las siete fuerzas de la tarde del Padre Celestial (pertenecientes al mundo invisible).

Estas prácticas para los esenios eran como alimentarse o respirar. Ellos consideraban que la parte espiritual de los seres humanos era tan importante o más que la parte material. Existe todo un trabajo sobre ello con una serie de protocolos que usaban para hacer estos ejercicios. Tengo un curso online sobre ello, donde lo explico todo paso a paso, por si te llama este conocimiento.

A parte de las comuniones de las mañanas y la tarde, hacían una meditación a mediodía a la que llamaban la Séptuple paz y en la que voy a profundizar en este texto.

Co-creando la PAZ.

El significado de Paz para los esenios era igual al de armonía. Buscaban ese equilibrio con ellos mismos, con los otros miembros y con todo lo que existe en el mundo. Con este ejercicio de interiorización trabajaban la manera de relacionarse de una manera armónica en 7 aspectos en los que dividían la vida humana. Estos eran: físico, mental, emocional, social, cultural, relación con la naturaleza y relación con el cosmos.

Las catorce comuniones les ayudaban a desarrollar una experiencia interna y expandir la consciencia de manera que pudieran hacer uso de las Fuerzas Invisibles de la Naturaleza y del Cosmos. Y la séptuple Paz les daba una aplicación practica para la vida diaria, de esa Consciencia expandida en las diferentes facetas. Era un resumen de sus enseñanzas internas para que entendieran la relación con las partes de su propio ser y con el mundo de fuera.

Era una forma de que cada cual integrara ese aspecto y creara interiormente un equilibrio con el. Como enuncia la ley: “Cómo es dentro, es fuera” hacían un trabajo individual en su mundo interior para co-crear esa paz / armonía / equilibrio en el mundo exterior.

Cada mediodía se celebraba una contemplación con el aspecto de la Paz que tocara siguiendo este orden:

Paz con el Cuerpo.

Paz con la Mente.

Paz con la Familia.

Paz con la Humanidad.

Paz con la Cultura.

Paz con la Madre Terrenal.

Paz con el Padre Celestial.

Los 7 aspectos o caminos para la Paz.

Voy a hacer una breve descripción de cada uno de los 7 aspectos a modo de resumen. Solo voy a nombrar algunas de las características que conforman a las facetas, pero se puede profundizar muchísimo en cada una de ellas. De hecho ese era una de las partes para hacer la meditación contemplativa.

Cuerpo: Vehículo terrenal, vitalidad y salud física. Equilibrio entre actividad y quietud.
Mente: Creadora de pensamientos. Fuerza que dirige el sentimiento y la acción.
Familia: Personas del entorno inmediato = familia, amigos, compañeros.
Humanidad: Grupos de personas. Paz social y económica (tanto riqueza como pobreza son desequilibrios.)
Cultura: Sabiduría en las obras maestras de todas las épocas. Uno de los tres senderos que conduce a la verdad.
Reino de Madre Terrenal: Armonía con las leyes naturales. Unidad del ser humano con la naturaleza.
Reino de Padre Celestial: Incluye todos los otros aspectos. El Universo y las leyes cosmológicas.

Se busca de esta forma interiorizar la Paz / Armonía con el océano cósmico de todas las fuerzas del Universo.

Así es posible lograr la Unidad total, la felicidad y la consumación de la meta del alma: Hacer consciente La Unidad indivisible con el Todo.

La unión en la Paz de los 3 cuerpos.

En sus enseñanzas profundas describían que el Ser humano está formado por tres cuerpos: Pensante, Sintiente y Actuante.

El poder más elevado del cuerpo pensante es la Sabiduría. El del cuerpo sintiente es el Amor. La función del cuerpo actuante es convertir en acción la Sabiduría y el Amor de los otros dos cuerpos.

La meta es conseguir unificar la séptuple PAZ en la unión de esos tres cuerpos. Tal y como dejaron escrito en el “Evangelio de los Esenios” que podemos leer en en el siguiente extracto:

«…los caminos son siete a través del Edén Infinito y cada uno debe ser cruzado por el cuerpo, el corazón y la mente como Uno.

[…]

Pues el cuerpo solo, es como una casa abandonada vista de lejos,

que parecía hermosa pero es ruina y desolación vista de cerca.

[…]

Y el corazón solo, es un sol sin tierra para iluminar;

es una luz en el vacío, una bola de color ahogada en un mar de oscuridad.

Ya que cuando un hombre ama, ese amor se transforma en su propia destrucción

si no hay mano firme para hacer buenas obras y no hay mente para tejer con las llamas

del deseo un tapiz de salmos.

[…]

Y la mente sola, es un manuscrito santo que se ha deteriorado y debe ser enterrado,

la verdad y la belleza de sus palabras no han cambiado,

pero los ojos no pueden leer ya las inteligibles letras y se desmorona a pedazos en las manos.

Así es la mente sin el corazón para darle palabras y sin el cuerpo para hacer sus obras…

[…]

Conoced la Paz con vuestra mente,

desead la Paz con vuestro corazón,

cumplid la Paz con vuestro cuerpo…

Cuando se llega a la unión de los tres cuerpos pensante, sintiente y actuante en todos los aspectos de la Vida, se activa el Cuerpo Espiritual Uno con el Universo. Este es el llamado por otras tradiciones el “Cuerpo de Luz”, que es la vuelta del ser humano a la Consciencia Universal, al Origen al Padre Celestial / Fuente del que procede y del que nunca ha estado separado.

Este es el camino de consciencia que nos dejaron los Esenios para despertar todo nuestro potencial espiritual, el “Cristo interno” y llegar a ser lo que somos en realidad.