Padre Nuestro en Arameo
La oración que Jesús nos enseñó está en la raíz de nuestra espiritualidad. Reflexionando sobre el texto original aparecen muchos posibles significados. La traducción que utilizamos comúnmente es sólo una de entre muchas posibilidades. En arameo, cada palabra puede evocar toda una familia de imágenes y matices.
Abbá Deb bashmaia
Jit cuaddás semác.
Teté malcutác. Nehbe tzevianac aicanna deb bashmania afbarja.
Hab lán lahma desúncuanan iaomana.
Usheboc lán hobénan bacta hain aicanna daf knan ahbócuan lehaj jabénan,
bela ta elínnan lenisjón ela patzan min bisha.
Metol dilakie malcuta bahaila batesh bucta leahlam almin,
Amen.
Las primeras palabras de la oración de Jesús toman la imagen de la creación, del dar nacimiento al universo.
Abbá deb bashmaia
Padre nuestro que estás en el cielo
“Oh Fuente del Fulgor,
danzando en y alrededor
de todo lo que es
Oh Aliento Creador,
que fluyes a través de toda forma”
Abbá de hecho puede traducirse como Padre, pero igualmente puede ser interpretado como Creador (tanto en sentido físico como espiritual). A otro nivel, presenta la imagen del aliento divino (o espíritu) fluyendo de la unidad, creando toda la diversidad de formas.
Deb bashmaia conjura las imágenes de la luz, el sonido y las ondas expandiéndose e impregnándolo todo. En esencia, entonces, el Cielo es concebido no tanto como un lugar sino como una dimensión de la realidad que está presente en todas partes.
Algunas interpretaciones posibles de la frase completa podrían ser: “Oh Fuente del Fulgor, danzando en y alrededor de todo lo que es”, y “Oh Aliento Creador, que fluyes a través de toda forma”. De nuevo, éstos son solamente ejemplos de las muchas posibilidades que existen simultáneamente en el texto original (incluyendo la traducción que rezamos normalmente). Aún así, ellas nos desafían a estar abiertos a nuevas maneras de concebir a Dios y al Cielo.
Jit cuaddás semác
santificado sea tu Nombre
“ablanda la base de nuestro ser, y santifica un espacio
para implantar tu Presencia libéranos de toda limitación,
para que la corriente de tu Vida pueda moverse en nosotros sin estorbos”
Nos presenta la imagen de alguien inclinándose para despejar un espacio donde lo sagrado pueda habitar. Semác proviene de la misma raíz que la palabra aramea para Cielo; significa tanto el nombre como la manifestación concreta de la energía creadora. La frase entera podría ser: “Ablanda la base de nuestro ser, y santifica un espacio para implantar tu Presencia”, o “Libéranos de toda limitación, para que la corriente de tu Vida pueda moverse en nosotros sin estorbos”. Aquí somos invitados a dejar todo lo que impide a Dios entrar en nuestra vida, a barrer y limpiar la morada de nuestro corazón. En esta imagen resuena fuertemente el desalojo simbólico del Templo que hace Jesús. ¿En qué medida tenemos un mercado en nuestro interior? ¿Qué ocupa el espacio donde Dios desea habitar dentro nuestro?
teté malcutác
que venga tu Reino
“llénanos con tu creatividad, para que podamos ser fortalecidos para compartir el fruto de tu visión
en nuestras profundidades, esparce tu semilla con su poder reverdecedor, para que podamos ser parteras de tu Reino”
Hacer lugar a lo sagrado nos prepara para el paso siguiente: malcutác es una palabra muy rica, central al mensaje de Jesús. Aunque normalmente se traduce como Reino, sus raíces son realmente femeninas. Conlleva la idea de principios guía, de aquello que nos fortalece para avanzar enfrentando toda dificultad, y de un potencial creativo listo para hacerse realidad. Para mí evoca la imagen de la frágil hoja de pasto que lentamente separa el más duro concreto. Teté implica una cierta urgencia en la venida, o una visión esperando ser cumplida. La imagen es la de una cámara nupcial, un lugar de nuevos comienzos. La frase podría ser interpretada, entonces, como “Llénanos con tu creatividad, para que podamos ser fortalecidos para compartir el fruto de tu visión”, o “En nuestras profundidades, esparce tu semilla con su poder reverdecedor, para que podamos ser parteras de tu Reino”. Esta parte de la oración nos llama a caminar por la vida con una dignidad de reyes, listos para enfrentar las dificultades con creatividad y esperanza.
Nehbe tzevianac aicanna deb bashmaia afbarja
Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo
“Que cada una de nuestras acciones dé fruto de acuerdo con tu deseo
moviéndonos al latido de tu propósito, haznos la encarnación de tu compasión”
Puede considerarse el corazón de la oración de Jesús. La voluntad mencionada connota un profundo deseo, causante de que todo el propio ser se mueva hacia una meta con la certeza de que el esfuerzo dará fruto. Arja (tierra) lleva un fuerte sentimiento de solidez y soporte; es algo totalmente materializado. Aquí, pues, oramos para que la sensación de que “yo puedo” expresada en la línea anterior se ponga completamente en acción. La frase entera podría ser: “Que cada una de nuestras acciones dé fruto de acuerdo con tu deseo”, o “moviéndonos al latido de tu propósito, haznos la encarnación de tu compasión”.
En esencia, oramos para que todo lo que hagamos sea un acto de cocreación con Dios.
Hab lán lachma desúncuanan iaomana
Danos hoy nuestro pan de cada día
“Dótanos con la sabiduría para producir y compartir lo que cada uno necesita para crecer y florecer
Con pasión y alma, déjanos generar desde dentro aquello que se necesita para sostener la vida en este día”
No solamente pide el pan en sentido material, sino también pide todo lo que necesitamos para crecer verdaderamente.
En arameo, la palabra lachma (pan) se relaciona directamente con la palabrahochma (sabiduría). Pedimos que sea dado, pero también que sea traído afuera de lo más profundo de nuestro propio ser. En suma, oramos: “Dótanos con la sabiduría para producir y compartir lo que cada uno necesita para crecer y florecer”, o “Con pasión y alma, déjanos generar desde dentro aquello que se necesita para sostener la vida en este día”.
Usheboc lán hobénan bacta hain aicanna daf knan shbócuan lehaj jabénan
Y perdónanos nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
“Desata los enredados hilos del destino que nos atan, así como nosotros liberamos a otros
del enredo de errores pasados . Vacíanos de esperanzas y deseos frustrados, así como restauramos
en los demás una visión renovada”
Incluye la idea de desatar los nudos de errores pasados. Perdonar es volver las cosas a su estado de libertad original. Esto es algo bien descripto en el Antiguo Testamento, en términos del año de jubileo cuando todo era devuelto a sus dueños originales. En esta línea somos llamados a dejar ir todo lo que nos retiene de cumplir el deseo de Dios: nuestras fallas, nuestra desesperación, nuestras frustraciones. Una buena traducción podría ser: “Desata los enredados hilos del destino que nos atan, así como nosotros liberamos a otros del enredo de errores pasados”, o “Vacíanos de esperanzas y deseos frustrados, así como restauramos en los demás una visión renovada”.
Ciertamente esta parte de la oración también nos llama a perdonar las deudas en sentido económico. Como misionero, sin embargo, me gusta especialmente la idea de dejar ir las frustraciones y recuperar la visión. En un mundo donde los cambios a veces parecen imposibles, somos desafiados a renovar constantemente nuestra esperanza y a animar a aquellos que han caído en la desesperación.
bela ta elínnan lenisjón, ela patzan min bisha
y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal
“No nos dejes ser cautivos de la incertidumbre, ni quedar pegados a persecuciones estériles
No nos dejes ser seducidos por aquello que nos apartaría de nuestro verdadero propósito,
mas ilumina las oportunidades del momento presente”
Con estas palabras rezamos que no nos dejemos distraer del verdadero propósito de nuestra vida por aquello que es esencialmente trivial; pedimos que no seamos seducidos por la superficialidad y el materialismo.
En arameo, bisha (mal) se concibe en términos de una acción que es inmadura, de un fruto ya sea prematuro o corrompido. Esto nos llama a ser sensibles al momento presente, a realizar la acción correcta en el momento apropiado. Por eso oramos: “No nos dejes ser cautivos de la incertidumbre, ni quedar pegados a persecuciones estériles”, o “No nos dejes ser seducidos por aquello que nos apartaría de nuestro verdadero propósito, mas ilumina las oportunidades del momento presente”.
Metol dilakie malcuta bahaila batesh bucta leahlam almin, amen
Porque tuyo es el reino,
el poder y la gloria
ahora y por siempre, amén
“Porque Tú eres la base
de la visión fecunda,
la fuerza que hace nacer,
y la plenitud, donde todo es
reunido y hecho pleno nuevamente”
Esta línea final recapitula la oración completa. La palabra haila (poder) es la energía que da y mantiene toda vida. Tesh bucta (gloria) evoca la imagen de las cosas devueltas a un estado de armonía y equilibrio. La frase podría traducirse como: “Porque Tú eres la base de la visión fecunda, la fuerza que hace nacer, y la plenitud, donde todo es reunido y hecho pleno nuevamente”.