He hablado con personas en ocasiones con las que ha surgido la cuestión de que “la verdad solo es una”. Y desde hace algún tiempo soy de la opinión de que todas las personas tenemos la verdad, lo que pasa es que a veces no sabemos como acceder a ella.
La película “The Matrix” tiene muchos elementos que ayudan a ver la “realidad” de otra forma. Algo que me resulta muy interesante y que quizá pasa desapercibido es como se representa ese mundo físico e ilusorio que captamos con los 5 sentidos: Mediante números.
En las enseñanzas ocultas de Moisés que aparecieron en el libro del Génesis, aparece el concepto del Árbol del Conocimiento en el jardín del Edén. En él se incluía toda la Sabiduría necesaria para la evolución del ser humano.
El día a día suele ser para la mayoría de las personas un vivir en estado “automático”. Me levanto de la cama, voy a asearme, me visto, desayuno, voy al trabajo… Normalmente entro en un estado de enajenación mental en el que no me doy cuenta de que soy un autómata.
Hay un concepto que muchas personas consideran que es la meta del ser humano. Parece que si se llega a alcanzar, nuestra vida será infinitamente feliz e incluso podremos crear en ella todas y cada una de las situaciones que deseemos vivir. Se conoce como “Despertar”.
Hay momentos en los que tal vez una persona se da cuenta de que la vida que tiene, no le satisface, no le llena…no le encuentra sentido a levantarse por la mañana o incluso que los días van pasando sin pena ni gloria.
La responsabilidad de ser padre y madre es muy grande a todos los niveles, pero hay algo que si no me doy cuenta es lo que más daño hace a esa personita a largo plazo: “no dejarle ser quien en realidad es.”
Parece que Shakespeare ya sabía por donde iban los tiros del Diseño humano, al menos eso es lo que me pareció cuando escuché la primera frase de su famoso monólogo.
En un mundo neurótico como en el que vivimos está a la orden del día compararnos a todas horas con tod@s y con Tod@, para comprobar de esta manera si “somos correct@s” o normales.
Como he dejado claro desde el principio en esta página “Somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal”. Pero hoy voy a hablar de nuestro origen en el mundo de la forma, la materia.
Quizás te sorprenda esta afirmación y lejos de parecer falsa es completamente cierta… Te propongo que hagas como con todo lo que hay en esta página: no te lo creas, ¡compruebalo!
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